LE SABLE (2): LE BONHEUR ÉPHÉMÈRE
Entendería un silencio lleno de ventanas, un salón vacío
repleto de esperanzas, la furtiva y saludable caricia de las manos solidarias,
el tierno acompasar de las cómplices miradas.
Pero algo interrumpe la ilusión cuando mansa llega la agonía,
interfiere el consuelo acompañado. Y siento una repentina aversión por la
libertad encontrada.
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